Lo mod no llegará a España hasta finales de la década de los 70, y lo hará en su expresión inglesa más revival, considerando la música una de sus principales vías de transmisión. En concreto, el Revival mod alcanzó en Inglaterra su máxima manifestación entre 1979 y 1982, coincidiendo con el estreno de la película Quadrophenia, a través de la cual se dio a conocer la subcultura mod más allá de las fronteras británicas, y la aparición de numerosas bandas en Londres tras la significativa consunción del grupo The Jam, en 1982. Asimismo, los Mods de esta época convivieron con otros grupos del momento y las peculiaridades de estos, desde el ska jamaicano de los Skinheads a las variedades de estilos que encarnó el New Wave.
En España se habla de dos generaciones de jóvenes Mods, la de 1979 - 1980 y 1982-1983 respectivamente, las cuales coexistieron con la nueva ola del pop español y su exaltación en el fenómeno de la movida madrileña, pero con la estética y el estilo de vida modernista como referentes, que se iba introduciendo de manera anecdótica. Finalmente, fue en 1985 cuando ambas generaciones vivieron su punto álgido. Sin embargo, durante los 70 ya existían grupos de música que sin aspirar ser Mods, conectaban con los ritmos del soul y el rythm'n blues más auténticos, como los barceloneses Los NO (los Who españoles) o Los Salvajes, que asentaron las bases del movimiento durante la férrea dictadura franquista que entorpeció la libre verbalización de toda subcultura en España.


En especial, el movimiento mod se arraigó en los 80 en Barcelona y Madrid, las grandes ciudades donde había cabida para lo underground y todo lo que viniese de fuera. El grupo de música Brighton 64 dibujó los primeros pasos de la naciente escena mod en España. Pronto, no obstante, la banda Los Flechazos les arrebatarían el puesto y pasarían a representar la verdadera afirmación del modernismo. En general, los Modsfueron vistos como una generación al margen de los asuntos políticos, deseosa de dejar atrás las crueldades de la dictadura para sumarse a la filosofía modernista de la "vida total". Y así lo describe Cristina Alonso en la entrevista que tuvimos con ella en el bar Ginger de Barcelona:
"El movimiento mod en España consistió en una constante de fiestas por todo el territorio donde se reunían diversos jóvenes que iban a pasarlo bien un fin de semana... y realmente se lo pasaban muy bien. Bueno, lo pasábamos muy bien. Intentábamos ir súper elegantes a todas las fiestas, nos esmerábamos un montón por conseguir el mejor look, quizás nos pasábamos dos meses eligiendo la ropa que íbamos a llevar. Todo para la llamar la atención, por supuesto" (Cristina, 2016).
Inmediatamente, Cristina bromea con como una de sus mejores amigas llegó a pasarse tres meses buscando un par de zapatos a juego con su traje de color teja, y de no encontrarlos optó por pintarlos del mismo color, todo por ir impecable y lucir sus mejores galas en uno de los eventos más esperados del año, el Purple Weekend de León, el festival de música que reunía (y reúne) Modsde alrededor del mundo.
También fueron importantes las concentraciones del Walrus Weekend de Lleida, el October Rain de Oviedo y el Festival Euro Ye-Yé de Gijón, el más importante festival de cultura pop y sixties en el mundo, todavía hoy en activo.
Y como Cristina, Lluís Cardenal, Alfredo Calonge Martínez, Pilar Hergueta, Alberto Valle o Eneida Fever fueron protagonistas de la escena mod en España que despierta un sentimiento nostálgico pero satisfactorio en el epílogo de la obra de Pablo Martínez Vaquero ¡Ahora! No Mañana:
"Pero la piel de aquellos primeros ochenta era una piel muy especial, porque la diversión en la vida de una generación en España al fin no pasaba de largo. [...] Ahora el tiempo es de otros, es cierto, per la diversión la tuvimos y no la dejamos escapar cuando nos tocó. ¿Y dónde se fue? [...] Habita en nuestras presentes y futuras arrugas. Ahí se ha quedado de camuflaje como un parásito feliz. Porque supimos de hacer de ella un culto y del culto, una cultura festiva con actitud. Por eso no creo que necesitemos un come back. Nunca nos fuimos. Ni nos iremos". (Miguel Trillo, 2008).
